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Qué hacer si uno de nuestr@s alumn@s tiene una dificultad de aprendizaje

El presente ejercicio pretende conseguir que todos y cada uno de los chicos y chicas que tenemos en el grupo clase puedan acceder a la actividad propuesta más abajo. En función del tipo de dificultad que nuestro alumnado presente, requerirá un tipo de metodología u otra, por lo que el docente tendrá que estar dispuest@ a seguir el nivel del alumnado y mediar (utilizando este concepto de Feuerstein) entre el alumn@, el ejercicio y el resto de la clase para que tod@s tenga éxito.

El ejercicio en sí se titulaba: Dibujando al dictado. Más abajo podrás leer en qué consiste, los objetivos y qué procesos cognitivos se trabajan con esta actividad.

Vamos a plantear qué podría suceder si entre la clase contáramos con tres alumn@s, cada uno de ellos con una dificultad de aprendizaje diferente; cómo podría afectar la actividad a su dificultad y cómo podríamos intervenir como docentes para que se desarrolle con éxito. 

En esta ocasión y precisamente porque el ejercicio en sí no es de lectura de letras, escritura o cálculo, sería posible que nuestro alumnado no planteara problemas con esta actividad, mayores que los que pueda presentar cualquier alumno o alumna sin ellos. No obstante, de las posibilidades en las que sí pudiera plantearse dificultad, veremos tres casos distintos:

Alumn@ con dificultades de escritura

Un alumno con dificultades de escritura podría encontrarse con problemas a la hora de desarrollar este ejercicio si tiene:
Problemas de atención: a lo mejor comienza la descripción por detalles menos relevantes, y no por los principales que dan cuerpo al dibujo, a partir de los cuales sería probablemente más fácil describir la imagen completa.
Problemas con el procesamiento de la información visual: puede que no dé importancia a la organización, tamaño o forma de las figuras en el espacio, provocando que su descripción resulte insuficiente para que los demás puedan reflejar fielmente el dibujo.
Problemas con las funciones ejecutivas: sin duda alguna, si no es capaz de planificar su dictado para hacerlo de manera ordenada o para corregir los errores que cometa o presenta falta de memoria que provoque olvidos en la descripción, va a resultar complicado que la actividad tenga éxito.

Alumn@ con dificultades de lectura

Si lo que presenta el alumno son dificultades de lectura, podrían presentarse los mismos conflictos anteriores y también:
Atención: puede presentar trabas en la decodificación de la figura o en el procesamiento de la información que tenga que dar a los demás.
Procesamiento de la información visual: puede encontrarse con apuros al dictar según la direccionalidad de las figuras o desorden en el momento de describir el dibujo siguiendo una misma dirección.
Funciones ejecutivas: prácticamente podría tener los mismos errores de planificación, flexibilidad cognitiva y memoria que otro alumno con dificultades de escritura o cálculo.

Alumn@ con dificultades de cálculo

En este caso, veremos qué particularidades puede presentar un alumn@:
Atención: podría plantear dudas en la secuencias de la descripción.
Procesamiento de la información visual: se podría encontrar en aprietos describiendo figuras geométricas, signos, símbolos o formas que no conoce o que confunde.
Funciones ejecutivas: prácticamente podríamos reproducir los mismos errores anteriores de planificación, memoria o inhibición de respuesta.

Ahora bien, ante este tipo de alumnado, desde mi perspectiva, cabría por una parte, anticiparse a errores garrafales que pudieran cometer para evitar ser el hazmerreir de la clase (pues suelen ser alumnos ya de por sí tímidos y con una baja autoestima), y por otra parte, colocarnos al lado o detrás del alumno e ir apoyando a la vez que él va describiendo, con preguntas o recordatorios de aquello que es importante en la descripción.

Una buena manera es ayudarle previamente a que escriba un guión con los contenidos a describir y el orden en el que tiene que hacerlo. De esta manera, las contrariedades que pudieran darse tanto en la atención (salvo que se pierda al seguir el guión) como en las funciones ejecutivas, estarían cubiertas. En cuanto a las habilidades de procesamiento de la información visual, como estaremos a su lado, iremos recordándole aquello que ya hemos trabajado anteriormente para evitar confusiones graves.

Y no se nos debe olvidar bajo ningún concepto, que el chico o chica que presenta una dificultad de aprendizaje no hace las cosas mal porque quiere o por rebeldía, sino porque no puede hacerlo mejor él solo. Por eso mismo,  como docentes debemos respetarlo y apoyarlo con mimo y dulzura para evitar que rechace cualquier avance que, sin duda, puede realizar.

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